Propósito
“El verdadero guerrero siempre
cuenta con tres armas: la radiante espada de la pacificación; el espejo de la
valentía, la amistad y la sabiduría; así como la piedra preciosa de la
iluminación.”
OSensei Morihei Ueshiba
Es muy válido preguntarse cuántos practicantes ven a su dojo
como el lugar donde van a purificarse y a mejorar su persona, o solamente van a
“aprender técnicas para defenderse “ o bien, para “enfrentar mejor una agresión”.
Las razones pueden ser múltiples y todas merecen respeto, sin embargo, el
sendero del aikido como budo, está orientado en desterrar de sí las conductas
que le impiden vivir en paz y encontrar la realización personal, la técnica no
es un fin en sí misma, si no la herramienta para lograrlo.
Que su presencia en el tatami siempre le permita ser un poco
más felíz al liberarse de la negatividad y la desarmonía.